No puedo dormir,
necesito pensar, sacar todas las ideas que se me pasan por la cabeza, intentar
ser algo, aprender más e intentar ser feliz. Te necesito a mi lado, ahora
mismo.
Siempre guardo
un hueco en mi cama, para ti, todo para ti; por si algún día llegas tú. Mi cama
esta fría y vacía, desolada, y demasiado grande cuando tu no estas. Y ya no
estas. Cada sonido me desvela, pensando que eres tu, y que regresar como
aquellas noches cualquiera. Pero es imposible, tú nunca podrás regresar. Todo
es demasiado grande sin ti, me siento sola, como si nuestro dormitorio fuera
demasiado grande para mí, y no paro de
imaginar que estaríamos haciendo tú y yo en este momento si aun siguieras aquí.
Sonrío, eras lo mejor de mi vida. Pero las lágrimas no tardan en escaparse de
mis ojos al recordarte.
La cama, la
habitación, tu ropa aún en el armario, tus fotos. Nuestras fotos. El salón donde pasábamos
las horas abrazados y riendo sin parar, esas cenas tan maravillosas junto a la
ventana. Todo me recuerda a ti.